La exfoliación elimina las células muertas de las capas externas de la piel. Es beneficiosa para regenerar la epidermis, para iluminarla y mejorar su apariencia. Pero, para cuidar realmente la piel sin agredirla, hay que saber cómo hacer bien la exfoliación. Y eso pasa no solo por utilizar un buen exfoliante natural, como el que te ofreceremos más abajo, sino también por elegir el método de exfoliación más adecuado para tu piel.

Cómo elegir el mejor método de exfoliación

A la hora de exfoliar la piel, además de utilizar productos naturales adecuados, hay que tener en cuenta el tipo de dermis y elegir un método que no resulte demasiado agresivo, especialmente en algunos tipos de piel.

En el caso de las pieles normales y grasas, la exfoliación mecánica es más eficaz (y barata) que la aplicación de cosméticos específicos. Existen diferentes métodos:

  • CEPILLO DE CERDAS: El cepillo de cerdas se puede usar tanto en la cara como en el cuerpo. Algunos están diseñados para el cepillado en seco. Otros se pueden utilizar con el limpiador facial o el gel de baño.
  • ESPONJA DE LUFA: La esponja de lufa es más suave. Puedes enjabonarla (con el gel de baño en la ducha, por ejemplo) con agua tibia.
  • GUANTE EXFOLIANTE: El guante es más cómodo que el cepillo o la esponja, sobre todo cuando se pasa por áreas grandes como las piernas o los brazos. También puedes enjabonarlo y exfoliar en la ducha. Hay guantes y manoplas de fibras naturales, como el bambú o el yute.
  • PIEDRA PÓMEZ: Con una piedra pómez te resultará más fácil exfoliar los talones de los pies, los codos y las rodillas.

Exfoliar con suavidad

Es importante pasar el cepillo, la esponja o el guante con cuidado. Para ello: 

  1. Traza pequeños círculos a medida que avances.
  2. Detente en cada zona unos 30 segundos.
  3. Una vez hayas acabado de exfoliar, enjuaga con agua tibia, no caliente.
  4. Para acabar, aplícate una crema hidratante.

Evita los microplásticos

Aunque los productos exfoliantes ya no pueden contener microesferas de plástico, recuerda que los envases de este material siguen siendo un problema ambiental.

¿Con qué frecuencia exfoliar?

Es suficiente con realizar una exfoliación una o dos veces a la semana, pues una frecuencia mayor puede provocar enrojecimiento e irritación.

No realices el tratamiento si notas que tu piel está enrojecida, inflamada, descamada o irritada. Evita la exfoliación si estás aplicándote productos para el acné.

Cómo exfoliar las pieles sensibles

En el caso de que tu piel sea seca o muy sensible, es recomendable que no uses un método mecánico para frotar la piel. En su lugar:

  1. Recurre a una crema exfoliante con alguna certificación natural o ecológica.
  2. Antes de empezar a utilizarla, haz una prueba con una pequeña cantidad en el interior del brazo. Si no notas ningún signo de irritación después de 24 horas, puedes usarla.
  3. En el momento de realizar la exfoliación, aplícala ejerciendo presión con las yemas de los dedos o con una toallita.
  4. También puedes prepararte un exfoliante casero añadiendo un pellizco de sal fina a una leche limpiadora.

Crema exfoliante casera con sal

Puedes hacerte tu propio exfoliante casero con excelentes resultados.Aquí te dejamos una receta de Marcela Burgos, experta en cosmética natural artesanal. Lo importante es que utilices partículas orgánicas y que su forma y tamaño no lastime tu pie, según esta experta. Puedes usar, por ejemplo, sal fina de mesa.

Ingredientes:

  • 1 cucharada de gel de ducha o jabón líquido
  • 2 cucharadas de aceite de oliva virgen extra
  • 3 cucharadas de sal fina
  • 10 gotas de aceite esencial de bergamota o el que gustes (opcional)

Cómo  prepararla y aplicarla:

  1. Mezcla todos los ingredientes en un bol.
  2. Guarda la crema en un frasco hermético de vidrio.
  3. Aplícala sobre la piel mojada y masajea aquellas áreas más ásperas, como talones, codos, glúteos y espalda.