El ágata es una piedra preciosa de gran belleza y por eso se utiliza mucho en decoración. Aunque debemos fijarnos muy bien antes de escoger nuestra gema de piedra ágata, puesto que estas piezas suelen teñirse para acentuar sus tonalidades y, por ese motivo, encontramos ágatas azules o fucsias con pigmentos muy intensos. 

Ágata: características y origen

Naturalmente, el ágata es una piedra con colores amarillos, naranjas, blancos, azules, marrones y rosas, pero de tonos muy suaves. Tiene un colorido parecido a una puesta de sol en la playa en pleno otoño. 

Si deseas que tu ágata tenga tonos intensos, la puedes comprar teñida, no hay problema, pero es bueno que sepas que se ha intervenido artificialmente en ella. Se trata de un mineral muy poroso y es por ese motivo por el que es tan fácil alterar sus pigmentos, puesto que se le pueden aplicar baños de tinte con mucha facilidad. 

El ágata es una variedad microcristalina del grupo del cuarzo que presenta bandas con diferentes tonalidades respondiendo al repartimiento de los distintos materiales que pueda contener. 

Los yacimientos de ágata se presentan en forma de inclusiones dentro de cavidades esféricas en rocas volcánicas. Suelen estar en Brasil, Uruguay, Argentina, China, India, Madagascar, Marruecos, República Checa y Estados Unidos. 

Ágata: propiedades terapéuticas

El ágata es una piedra de energía muy suave, por eso se recomienda para los seres más sensibles: los niños. Se dice que el ágata tiene grandes propiedades para armonizar a los más pequeños y también a las plantas y a los animales. 

Sabemos que es estabilizadora y sedante, motivo por el cual se recomienda como una gema ideal para aquellas personas que sufren de estrés e insomnio. Confiere aplomo, elimina el temor y aporta estabilidad en momentos de cambios íntimos como, por ejemplo, el embarazo.  Ayuda a asumir las nuevas situaciones, facilitando la aceptación de todo tipo de retos en la vida personal. 

Tiene la capacidad de mejorar la confianza en uno mismo. Libera, da confianza y aporta perseverancia. Además, despierta la empatía y la sensibilidad hacia los sentimientos de los demás. 

Como es una piedra de energía suave, se puede usar de forma frecuente durante la meditación. 

Ágata: significado y propiedades según su color

Dependiendo del color predominante de tu ágata, se verán acentuadas unas cualidades terapéuticas u otras. Ten en cuenta la siguiente lista antes de escoger tu ágata: 

  • Ágata rosa: potencia los sentimientos amorosos en relaciones difíciles, ya sean de pareja, entre padres e hijos, laborales, de amistad, etc. 
  • Ágata verde: la indicada para tener en centros médicos y en el hogar, puesto que se le atribuyen cualidades desinfectantes, calmantes y armonizadoras
  • Ágata de Botswana: con tonos terrosos, es la que se recomienda como amuleto y ayuda en la desintoxicación de adicciones como, por ejemplo, el tabaquismo. 
  • Ágata musgosa: con tonos verdes, es la que se recomienda para conectar con la naturaleza en todas sus formas. Se utiliza para purificar el cuerpo, la mente y el espíritu. Ayuda a purificar el ambiente y es muy adecuada para tener en el hogar cerca de las plantas, ya que se cree que las ayudará a crecer más fuerte. 
  • Ágata azul o ágata de cinta azul: con tonos azules maravillosos, se recomienda para hacer fluir a la persona, potencia su libre expresión de sentimientos y pensamientos. También, se cree que ayuda a alcanzar una percepción espiritual superior.  

Ágata: beneficios físicos

Tradicionalmente, siempre se ha creído en los beneficios mágicos del ágata sobre el cuerpo. Algunos de ellos son los siguientes: 

  • Se cree que fortalece el sistema nervioso porque aporta calma, paz interior y aplaca el nerviosismo, ya que nos permite expresarnos con eficacia. 
  • Tiene efectos positivos sobre la memoria
  • Se considera que contribuye a la mejoría de las heridas producidas por una quemadura
  • Se cree que tiene propiedades para proteger de los resfriados y el dolor de garganta

Ágata: cómo limpiarla

Debido a su sutil y dulce energía puedes tener durante unas horas el ágata al lado de un cuarzo blanco o de una amatista, ya que estas gemas limpiaran, cargaran y optimizaran la energía del ágata. 

Si no tienes ninguna de estas gemas, no te preocupes. Puedes poner el ágata debajo de agua corriente durante unos minutos y secarla con un paño seco. Podría dormir a la luz de la luna llena durante una noche para recargarse. 

¡Disfruta de tu ágata! Puedes optar por una pequeña joya con la gema o también podrías decorar tu hogar con una hermosa geoda de ágata. ¡En todas las formas verás que es una piedra preciosa!