La malaquita es una piedra preciosa que tiene un color verde muy bonito y característico. Por su gran belleza es muy usada en joyería. Aunque es difícil de grabar porque no tiene demasiada dureza, así que tiende a romperse. Pese a ello, su hermoso color verde ha formado parte de nuestros joyeros desde hace muchos años. 

Ya en el Antiguo Egipto usaban sus pigmentos para maquillarse los ojos. Además, es considerada como uno de los minerales más importantes de la humanidad. Cuando se descubrió que se convertía en cobre al derretirse con el fuego, se empezó a usar mucho en metalurgia y ayudó a potenciar el desarrollo de la industria. 

Existen muchas piedras verdes, pero cuando estés delante de una malaquita auténtica lo sabrás por su característica principal: tiene unas bandas de varios tonos verdes que puedes apreciarse cuando la piedra está tallada o pulida. Es por este “estampado” natural tan característico que suele usarse mucho en joyería. De hecho, es una curiosidad divertida saber que la base de la Copa Mundial de Fútbol está hecha de malaquita. 

Actualmente, tenemos yacimientos de malaquita en Marruecos, el Congo, Rusia o Australia

Malaquita: significado espiritual 

Se dice que la malaquita es la piedra de la transformación, la limpieza y la sanación. Es un mineral con una energía intensa que te ayudará en momentos de ruptura amorosa y de cambios vitales.  

Es un mineral que transmite equilibrio y elimina los bloqueos ayudándote a estar en calma. 

Se la asocia con el chakra del corazón porque comparten el color característico: el verde. 

Los chakras son las ruedas energéticas del cuerpo. Tenemos siete chakras principales. Cada chakra se encuentra en un sitio diferente, que coincide con una glándula del cuerpo y tiene una energía específica y un color concreto.

El chakra del corazón está ubicado en el centro del pecho. Es el chakra relacionado con la capacidad de amar. Se manifiesta en el amor y la compasión.  El uso de la malaquita se asocia con la cualidad que vivimos si desbloqueamos el chakra del corazón, experimentando la liberación de los sentimientos de tristeza y de duelo.

Si tienes una malaquita cerca, colócatela encima del pecho y haz unas respiraciones profundas con el objetivo de abrir tu corazón y sentirte con mucha más paz y armonía. También, si tienes un cuarzo rosa, puedes combinar ambas piedras porque la energía más sutil del cuarzo rosa suavizará la intensidad de la malaquita. 

Malaquita: propiedades

A la malaquita se le asocian propiedades relacionadas con las capacidades psíquicas y la sanación física

En cuanto a la sanación física, se dice popularmente –no existen estudios científicos que lo confirmen– que la malaquita podría ayudar a calmar el dolor poniéndola encima del lugar a tratar. Se dice que también hace de escudo frente a las radiaciones electromagnéticas y que puede reducir la inflamación. 

Es muy importante saber que la ingesta de malaquita es tóxica, así que no es una piedra apropiada para preparar, por ejemplo, elixires. En cambio, es muy bonita como amuleto decorativo o pieza de joyería.  

Por supuesto, si no eres de lucir bisutería, puedes llevar una pequeña malaquita en el bolsillo o dentro del bolso. No es necesario disfrutarla como un elemento decorativo o como una joya para experimentar y sensibilizarte a sus propiedades. 

A nivel psíquico, se dice que la malaquita tiene la propiedad de ayudarte a agudizar la percepción de los sentidos. Solo hay una manera de comprobarlo: llevando una pequeña malaquita encima durante unos días. ¿Te sentirás más agudo? ¡Ya nos lo explicarás! 

También, se dice que promueve la meditación y calma los miedos y las inseguridades. Durante tu práctica meditativa puedes sostener una malaquita, especialmente cuando disfrutes de alguna meditación para calmar la ansiedad o el miedo. El propio amuleto te anclará y te ayudará a entrar más en el ejercicio. 

Malaquita: cuidados y cómo limpiarla

Para limpiar tu malaquita te recomendamos que la pongas debajo del grifo. Unos segundos en contacto con agua corriendo es suficiente para que se limpie. No apliques sal, puesto que podría rallar la pieza. También podrías pasarla por el humo de un incienso ya que se cree que tiene propiedades de limpieza energética. El ritual de limpieza puedes practicarlo una vez al mes, no es necesario más a menudo. 

Ten en cuenta que, como es una piedra blanda, es frágil y sensible al calor. No debes de temer, no se estropeará fácilmente, pero sí que lo tienes que tener en cuenta para que tu pieza dure muchos años y esté preciosa. 

¡Deseamos que estos consejos te animen a disfrutar mucho de tu bonita malaquita verde!