La práctica de la relajación y la calma mental es imprescindible en el desarrollo personal, por eso tradicionalmente en yoga hay posturas cuyo objetivo primordial es la relajación y el descanso. Con ellas no se busca –tampoco con las asanas de yoga clásicas– estirar el cuerpo más o mejor que otro alumno o alcanzar cierto nivel de perfección, sino entregarse al reposo en todos los sentidos.
Estar calmado y relajado eleva tanto nuestro propio nivel y calidad de vida como el de los demás. Por eso el descanso no es un lujo sino una necesidad esencial.
En el Yoga Reconstituyente la persona no se exige nada, ni siquiera estirar los músculos de cierta forma o realizar una postura concreta. Se abre el espacio para practicar estos estados de ánimo transitorios entre la actividad y el sueño, a fin de perfeccionar la capacidad de volver a ellos durante el día.