Solemos pensar que Halloween es una celebración de origen americano, pero en realidad las raíces de esta terrorífica festividad están mucho más cerca: en Galicia. Y es que en esta tierra de meigas se celebra una fiesta similar, llena de espíritus, difuntos y seres mágicos, desde mucho antes que el Halloween americano invadiera la mayoría de hogares españoles.

¿Qué es el Samaín que se celebra en galicia?

La palabra Samaín proviene del celta Samhain, que en gaélico significa ‘fin del verano’. Y es precisamente en la época de transición entre el verano y el invierno, que marcaba el fin de las cosechas, cuando se celebraba el Samhain en las antiguas comunidades celtas de Europa, en especial en Irlanda, pero también en Galicia. De hecho, esta festividad señalaba el inicio del año nuevo de los celtas y de la estación oscura, pues ellos dividían el año en dos estaciones: la luminosa o clara (verano) y la oscura (invierno).

Durante la noche del Samaín se honraba a los ancestros y se creía que la frontera que separa el mundo de los vivos y el de los muertos se estrechaba, por lo que era mucho más fácil que los difuntos (tanto buenos como malos) la traspasaran y regresaran a sus hogares. También podían cruzar a nuestro mundo otras criaturas mágicas como las hadas y los trasgos:

  • Cuenta la leyenda que, si una casa recibía la visita de un hada durante esta noche, el próximo año la familia contaría con buena suerte y noticias alegres. En cambio, si el visitante era un trasgo, podrían ocurrir desgracias.  

Se hacían diversos rituales y se encendían hogueras para guiar a los espíritus buenos y ahuyentar a los malos. Los druidas (los sacerdotes celtas) realizaban ritos y pócimas y vaticinaban el futuro de las cosechas y del devenir de la aldea. También era habitual durante el Samaín dejar las sobras de la comida en la mesa después de comer y el fuego encendido por si los antepasados decidían  visitar la casa durante la noche.

Fueron los emigrantes escoceses e irlandeses los que llevaron el Samaín a Estados Unidos en los siglos XVIII y XIX y, con el paso del tiempo, esta tradición dio lugar a Halloween (término que viene de All Hallows’ Eve, víspera de Todos los Santos).

Tradiciones de Halloween copiadas del Samaín

Son muchas las costumbres de Halloween que se han adaptado del Samaín tradicional.

  • Las calabazas vaciadas y decoradas, protagonistas indiscutibles de la noche de Halloween, son uno de los ejemplos. Los druidas solían llevar consigo nabos vaciados en los que ponían carbón incandescente dentro, a modo de farolillo, para guiar las almas de los familiares muertos y protegerse de los espíritus malos. Esta tradición es el antecedente de las calabazas de Halloween, una hortaliza que, de hecho, no llegó a Europa hasta después del siglo XV, cuando los españoles las introdujeron después de haber aprendido a cultivarlas en América.
  • El famoso “truco o trato” también tiene su origen en el Samaín celta. Los druidas solían recorrer las casas de la aldea pidiendo comida para honrar a sus dioses y muchos dejaban los alimentos directamente en sus puertas.
  • La tradición de disfrazarse de seres terroríficos en Halloween tiene también sus raíces en el Samaín, pues en esta noche los celtas se disfrazaban con pieles de animales y máscaras para despistar a los malos espíritus.

¿Cómo se celebra el Samaín en Galicia?

El Samaín es una de las celebraciones más antiguas de las tierras gallegas y se celebra la noche del 31 de octubre, igual que Halloween o el mangosto (la fiesta de la castaña en zonas del noroeste de España, como Galicia,​ Cantabria, Asturias o León, entre otras).

En los últimos años son diversas las poblaciones que han recuperado las tradiciones más auténticas del Samaín, con disfraces, pasacalles, bailes de meigas y queimadas. Algunas de las celebraciones más destacadas son el Samaín de Cedeira (A Coruña), la Noite Meiga de Ribadavia (Ourense) o la Noite dos Calacús en Pontevedra.

La Santa Compaña y sus vínculos con el Samaín

La leyenda de la Santa Compaña está muy ligada a la celebración del Samaín, pues durante esta noche los espíritus caminan entre los vivos.

La Santa Compaña es una procesión de difuntos o espíritus atormentados que deambula por los caminos desde la medianoche, acercándose a aquellas casas donde habrá una muerte inminente.

Los procesionarios van vestidos con mantos blancos con capucha, llevan una vela en la mano y están guiados por una persona viva que lleva una cruz y un caldero con agua bendita. La mayoría de las personas no pueden ver la Santa Compaña, pero sí oírla y sentirla. Cuenta la leyenda que la persona que está obligada a guiar cada noche a la Santa Compaña solo puede deshacerse de esta ardua tarea si encuentra a un sustituto y le entrega la cruz y el caldero antes de que dibuje un círculo en el suelo y entre en él.