Las casetas no solo son estructuras ideales para guardar las herramientas necesarias en el cuidado del huerto o el jardín, sino que pueden tener muchos otros usos y, además, convertirse en un elemento protagonista del diseño. 

Casetas de jardín: qué son y para qué sirven

Las casetas de jardín están ideadas para ser instaladas en un espacio privado al aire libre. 

Como estos lugares corresponden generalmente al jardín o al huerto, se suele creer que son específicas para almacenar y proteger las herramientas utilizadas en las tareas de cuidado de estas áreas verdes. Sin embargo, puedes darles variedad de usos.

Una caseta te puede resolver, por ejemplo, el cuidado y protección de objetos medianos y grandes que no utilizas habitualmente y que dentro del hogar generan desorden.

Las casetas de jardín suelen ser de construcción ligera, prefabricadas y desmontables. Todos los modelos tienen suelo aislado, techo y laterales resguardados de la lluvia y la humedad. Estas características permiten: 

  • Guardar las herramientas de jardinería y otros insumos: desde la máquina para cortar el césped a las herramientas de mano, ordenadas en la pared por categoría y a la vista. Esta es una forma de optimizar el tiempo de trabajo, ya que la búsqueda de tijeras de poda, diferentes palas, azadas o rastrillos desordenados conlleva una pérdida de tiempo destinada a disfrutar del cuidado del huerto o del jardín. Las bolsas de sustratos abiertas y las recién compradas, estarán a salvo no sólo de las inclemencias climáticas sino también de las uñas de los gatos propios o ajenos.  
  • Guardar elementos y herramientas de construcción y reparación del hogar. Sectorizar la caseta, te permitirá encontrar con facilidad componentes y repuestos necesarios para reparar roturas y desperfectos en la casa 
  • Crear una despensa adicional para alimentos no perecederos.
  • Almacenar objetos útiles que tienen uso estacional como ropa de invierno en verano, inclusive bicicletas que se utilizan en fines de semana o vacaciones. 

Si la caseta dispone de una o dos ventanas por donde ingresa la luz, puedes utilizarla como “invernadero” para siembras en pequeñas macetas o en bandejas alveoladas. Otro uso es convertirla en una pequeña oficina, taller de manualidades o sala de juegos. Las opciones son muchas dependiendo del estilo de vida de cada familia. 

Consejos para elegir caseta de jardín

¿Qué tamaños hay y cuál me conviene?

Las casetas de jardín más pequeñas son de 4 m2 o menos. Estas son mínimos espacios para guardar elementos o también para ser usadas como casetas para perros.

Las que siguen en tamaño van de 4 m2 a 10 m2. Estas dimensiones permiten colocar un banco de trabajo y mesadas cercanas a la luz natural para siembras y protección de los planteles en tiempo frío. La altura de trabajo ideal, depende de la altura de quien realice las tareas y en general es de 0.80 m. Otra referencia más adaptable, es que la mesada esté a la altura del ombligo.

Las casetas que van entre 10 m2 y 16 m2 permiten almacenar y proteger muebles, tumbonas y elementos de jardín motorizados.  

¿Caseta desmontable o fija?  

Las casetas de jardín prefabricadas que ofrece el mercado son de madera, metal, resina o PVC.  Permiten montarse y desmontarse con facilidad, según las necesidades que tengas o cambios en el diseño del jardín o del huerto.

Si se hace una buena planificación y distribución de los espacios exteriores, las casetas de jardín de obra son fijas, eternas y muy resistentes. Son básicamente de ladrillos, por lo tanto, no son desplazables ni desmontables. También existen casetas fijas fabricadas con maderas de calidad y de forma sostenible.

¿Mejor una caseta con suelo o sin suelo? 

Las casetas de jardín con suelo son las ideales para usos como taller u oficina ya que el piso actúa como aislante de la humedad. Hay también casetas de jardín sin suelo, son las más rústicas y económicas. 

¿Mejor una caseta de jardín o un cobertizo? 

Caseta de jardín y cobertizo no son sinónimos. Básicamente las casetas de jardín son estructuras de una sola planta con un techo y paredes. Tienen una puerta y pueden incluir ventanas. En cambio, un cobertizo de jardín puede estar formado sólo por cuatro vigas que soporten el techo. La protección en este caso es más limitada.  

Cómo se monta una caseta de jardín

En general, las casetas de jardín son fáciles de montar si tienes habilidad en temas de bricolaje. Entre las indicaciones del fabricante, los consejos del vendedor y algún tutorial de internet podrás hacerlo.

Básicamente necesitarás destornilladores, martillo y una escalera. Una atornilladora eléctrica te ahorrará esfuerzo. Es muy importante que sigas el montaje paso a paso para mantener las características de la caseta y su estabilidad. 

Casetas para huerto urbano

Una terraza con un huerto no estaría completa sin una caseta. Subir y bajar escaleras con herramientas es una tarea tediosa y peligrosa. En este caso, es importante que elijas una de material liviano y dimensiones pequeñas. Si, además, tiene una ventana por dónde ingrese la luz, será caseta e invernadero. Las ráfagas de viento pueden ser un inconveniente que habrá que prever y solucionar en el momento de la instalación.

Si tienes un balcón grande o una terraza pequeña también puedes optar por los armarios de uso exterior que vienen en dos tamaños diferentes: el más pequeño tiene una capacidad de 800 litros y el más grande 1200 litros. Tienen dos puertas frontales y una abatible superior.

Los armarios de uso exterior suelen ser de material sintético, liviano y resistente a los rayos UV, aunque también puedes elegir armarios de madera aptos para exterior. Organizados con cajoneras plásticas en el interior, puedes guardar las herramientas del huerto, pulverizadores, manguera y bolsas de sustratos que retiras por la puerta superior.  

A toda escala de jardín o huerto, estas casetas son la solución no sólo para almacenar las herramientas, sino también para protegerlas del agua y del sol. Prolongar la vida útil de una herramienta querida que pasó por más de una generación en la familia es sencillamente invaluable.