Una salsa puede ser el secreto del éxito de tu mejor receta. Conseguir una textura cremosa y un sabor suave y equilibrado no es tan fácil. A veces, la elaboración de las salsas puede a veces requerir cierto tiempo de reducción a fuego lento hasta conseguir la textura deseada.

Lo más usado para espesar las salsas son la harina de trigo y la maicena, pero hay muchas otras opciones que puedes explorar, como los ingredientes veganos que te mostramos a continuación.  

Harina de coco

Más allá de las harinas de cereales, hay otros tipos de harinas que pueden ser buenas opciones para espesar salsas o guisos: de frutos secos (por ejemplo, de almendra), de semillas, de frutas…

La harina de coco es particularmente interesante porque es baja en hidratos de carbono, rica en fibra, no contiene gluten y tiene un gran poder absorbente, por lo que no es necesario usar una gran cantidad para lograr espesar el líquido que quieras. Conviene ir añadiéndola poco a poco hasta conseguir la textura que quieras.

Semillas de chía

Las semillas de chía son muy ricas en omega-3, minerales (como el calcio o el magnesio) y fibra, y también tienen un gran poder absorbente: pueden llegar a absorber hasta 30 veces su peso en agua.

Al mezclarlas con un líquido forman un gel que resulta ideal para espesar todo tipo de preparaciones sin alterar su sabor. Puedes añadirlas enteras (por ejemplo, en mermeladas o zumos) o molidas para espesar las salsas.

Puré de verduras

En función de cuál sea la salsa que quieras espesar, añadir un puré de verduras no solo te ayudará a mejorar la textura, también le mejorará su sabor y le sumará nutrientes.

Solo tienes que hervir la verdura que prefieras (coliflor, patata, zanahoria, berenjena, pimiento…), colarla y triturarla hasta formar un puré. Después, añádelo a tu salsa y mézclalo bien.

Una combinación que queda muy bien es el puré de zanahoria en la salsa de tomate para la pasta.

Agar-agar

El agar-agar es un espesante que proviene de las algas y no modifica el sabor ni el aroma. Se utiliza mucho para gelificar los postres, pero también es útil en otras preparaciones como las salsas.

La proporción habitual es una cucharada de agar-agar en polvo por cada 500 ml de líquido y debes añadirla con el líquido caliente. Llévalo a ebullición mezclándolo bien y, cuando se enfríe, verás que la textura se vuelve más gelatinosa.

Semilla de lino

Además de ser uno de los alimentos vegetales más ricos en omega-3 (unos ácidos grasos muy beneficiosos para la salud del corazón y el cerebro), las semillas de lino son un magnífico espesante que no aporta demasiado sabor ni olor a las preparaciones.

Si añades un poco de agua a las semillas de lino molidas y esperas unos minutos, verás como se crea un gel que pues usar para espesar salsas o sopas (mejor en frío).

Fécula de patata

El almidón de la fécula de patata también es útil para espesar las salsas sin aportar un sabor marcado. Para que no queden grumos, conviene añadirlo poco a poco a la salsa caliente e ir removiéndolo hasta lograr la textura deseada.

La tapioca, un almidón que se extrae de la yuca (o mandioca), también tiene un sabor neutro y actúa de forma similar. Lo puedes encontrar en forma de harina.

Goma guar

La goma guar es un polvo blanco que se extrae de las semillas de un tipo de haba denominada guar. Tiene grandes propiedades espesantes y no aporta sabor ni olor.

Se suele usar en una proporción de una cucharadita rasa por cada 250 ml de líquido y se puede usar con el líquido frío o caliente.

Psyllium

El psyllium es una fibra que se obtiene de la cáscara de especies del género Plantago y tiene propiedades aglutinantes y espesantes.

Puede utilizarse para espesar salsas, pero si no tienes práctica con su uso puede resultar un poco más complicado que las opciones que hemos mencionado antes, pues tiende a formar grumos.

Conviene mezclar una pequeña cantidad de psyllium con agua para crear un gel y luego agregarlo poco a poco a la salsa removiendo continuamente.